domingo, 22 de octubre de 2006

JUAN SE FUE

Barcelona, 22/10/2006
Publicado en El Faro de Ceuta



Nuestro Juan dijo adiós y se marchó por el camino trazado por quién él solo sabe. Camino sobre el cual un inmenso poeta dejó escritas unas inmortales palabras sobre las que nuestro Juan trazó su andar.

“Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;”


Nuestro Juan, ceutí con una inmensa alma caballa, libró una dura batalla que dejó sus huellas allá donde pisó.

“Caminante, no hay camino,
Se hace camino al andar”


Nuestro Juan dijo adiós a su tierra querida, grabó sus huellas en otras tierras extrañas y no volvió la vista atrás para no ver la senda por la que caminó sin estelas que brillasen más que su dolor.

“Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar”


Nuestro Juan se fue tras grabar, con fuerza y tesón, sus huellas de nato superviviente en tierras a la que tuvo que emigrar quedaron marcadas con furor.
Nuestro Juan si miró aquellas estelas que dejó el barco con el que comenzó el largo camino que emprendió.

“Caminante, no hay camino,
sino estelas en el mar.”


Nuestro Juan dijo adiós y se marchó por el camino trazado por quién él solo sabe, pero… yo no le digo adiós sino hasta luego, porque tan seguro estoy de que volveremos a encontrarnos allá donde su camino lo haya llevado; sus huellas quedan tan marcadas en mi corazón que todavía tenemos pendientes una partida de dominó al que quiero ganarle con toda el alma.

Humilde homenaje a Juan Martínez Martínez que nos dejó un triste 8 de junio de 2006. “In memoriam”

domingo, 8 de octubre de 2006

ESCÁNDALO BÓRICO

Que un periódico abra una investigación paralela a la oficial de la Policía Científica y que esa investigación sirva como artículo de fe a todo un supuestamente poderoso partido político no deja de ser una de las muchas y cachondas ocurrencias a la que tan inspirados estamos los españoles cuando pretendemos joder al vecino.
A un político, del nivel y solidez que tiene Mariano Rajoy, debería hacerle reflexionar que todos los demás partidos del país, de uno a otro extremo del arco político, adopten una postura unánime frente a la del PP y me hace preguntarle, aunque de manera retórica, ¿Tan seguro está, sr. Rajoy, de que están equivocados todos menos los populares?
La insistencia del PP en plantear lo que estime oportuno sobre los ataques del 11-M no es más que una maniobra de entorpecimiento al objeto de desviar la atención hacia otros derroteros y como un punto de referencia para captar la atención del electorado en detrimento de los logros obtenidos por la gestión gubernamental. No existe otra explicación, si no es la de desviar insistentemente la dirección de las investigaciones para que no toquen ni un pelo de los aledaños o del propio partido.
Basándose en un borrador, que los peritos científicos policiales realizaron, se aferran a un clavo ardiendo en uno de los muchos intentos por desgastar al partido enemigo, de cara a las elecciones, y sin tapujos abre su espíritu franquista al insultarlos con esa palabra que sólo es aplicable a los miembros del fenecido régimen: “Inquisidores” ¿no te jode?
Ya tenemos bajo sospecha a un mata cucarachas –el ácido bórico es una sustancia química común empleada habitualmente como insecticida y como antiséptico, en definitiva de uso doméstico- porque se basa la insistencia del PP en que “El Mundo” halló la existencia de ácido bórico en el domicilio de Hassan El Haski, uno de los implicados en el atentado del 11-M, y en un piso de ETA en Salamanca… yo también dispongo de ácido bórico contenido en un recipiente que reza: ”Mata cucarachas” y por eso ¿estoy bajo sospecha? Que se sepa, los terroristas no envenenaron a nadie el 11-M. Y si las bombas contenían ácido bórico, eso lo dejamos a los especialistas.
Ignoro si a algún político del PP le cantan los pies. Si a alguno le cantan, el ácido bórico es el mejor antiséptico capaz de acallar a toda una ópera de pinreles. No los adquieran, serían tratados de cómplices o involucrados en cualquier atentado.
No le demos a la noria más fuerza de la que le corresponde por inercia y dejemos a la Justicia y con ella a las fuerzas de seguridad actuar. Los partidos políticos, sean del signo que sean, no deben perder el tiempo en suplantar a los personajes del CSI y presentar en el Congreso o en el Senado planteamientos que sirvan al país y no que destrocen las esperanzas del mismo con actitudes canallescas. Nosotros, los españoles, hemos votado a unos políticos para que nos gobiernen en beneficio de todos, no hemos votado a un equipo “A”; ni a un grupo de CSI; ni a Sherloks Holmes en abundancia…, para eso están las fuerzas de seguridad y la policía científica arropados por la Ley y la Justicia. No hemos votados a usurpadores de competencias.
Vuestra insistencia, sr. Rajoy, me hace preguntarle ¿porqué destruyeron los datos de los ordenadores cuando tuvieron que abandonar el Gobierno de la Nación? No me convence las alegaciones de que no querían que los socialistas utilizaran esos datos en beneficio propio cuando se supone que esos datos deben ser, por encima de cualquier otra consideración, en beneficio del país ¿no?
Esperábamos más de Vd. sr. Rajoy, con esas actuaciones no da la talla de un auténtico político y queda a la altura de aquellos conspiradores, de capa y espada, reunidos en baratas tabernas de las oscuras calles cercanas a la Plaza Mayor de Madrid, viendo correr cucarachas por doquier y sin tener a mano el ácido bórico que las hubiera matado. Tenga la seguridad de que aquí, en España, hoy y ahora no puede volver a pasar lo que está pasando en Tailandia. Somos más maduros, más cultos, en definitiva: más humanos.
¡Ah!, pobre sr. Piqué, tenga cuidado que lo van a crucificar. Como sabe, en el PP no está permitido criticar contra sí mismo, se trata del único partido en el que no existe la democracia.

sábado, 7 de octubre de 2006

LAS LEYES DEL ISLÁM

Mataró, 07/10/2006
Publicado en El Faro de Ceuta

Conociendo como conozco el mundo árabe, no por ello me sigue sorprendiendo la peculiar forma que tiene los musulmanes de interpretar las azoras (Capítulos) y con ellos las aleyas (versículos) del Corán. Y todo sabemos que un muslim (musulmán) significa uno que se somete e implica la completa sumisión a la voluntad de Dios. Los musulmanes creen que la naturaleza misma es islámica, dado que sigue las leyes naturales dadas por Allah.
Sin pararse a meditar que lo que oyen siempre son palabras de hombres como ellos.
Los musulmanes dicen del Corán que es la palabra "eterna e increada" de Allah; por ello su transmisión debería realizarse sin el menor cambio en la lengua originaria, el árabe clásico, lengua en consecuencia considerada sagrada a todos los efectos. Con la de cambios que hacen cada día los imanes…
Recientemente el Gobierno de Pakistán ha promulgado una Ley reformada en base al Corán, a la que llaman Ley de Hudood, en la que una de sus normas me deja más frito que un churro castizo.



Esa norma a la que me refiero es la que establece que las mujeres que denuncien una violación serán encarceladas y juzgadas por adulterio. ¡Encima!
Para evitar ser juzgadas, que no encarceladas, deberán presentar cuatro testigos presenciales de la violación.
Se nota, desde lejos y desde cerca que la musulmanería es machismo machado y remachado. Ya se que lo ha sido, lo es y lo será siempre. Con esto quiero decir que los machos musulmanes tienen todo el poder en sus manos y convierten a las mujeres en poco menos que animales inmundos a los que sólo se les exigen procrear, a la manera de la Ley de la Selva para preservar la especie cueste lo que cueste.
Que una pobre mujer violada tenga que presentar cuatro testigos presenciales ante el juzgado me parece una chorrada que ni el más imbécil se la podía imaginar, toda vez que los que pudieran presenciar ese criminal acto son copartícipes de la violación, (por cuando allá ni existen cómplices) y encima machos, ya que si hubiera una mujer como testigo ésta no sirve para el juzgado como tal porque las mujeres no tienen derecho alguno ante la justicia. A ver quién me asegura que los testigos machos vayan a ratificar la versión de una mujer.
Por otro lado, que una mujer musulmana entable amistad o, como menos, converse con un hombre que no sea su marido o alguien más cercano de su familia ya tiene la dudosa categoría de adulterio y si es sorprendida por su marido o por alguien cercano de su familia, o bien recibe una somanta de palos; o bien es repudiada; o bien es juzgada. Que no me vengan con que es cuento…, yo personalmente he presenciado muchos casos en muchos de mis viajes.
Todo ello justifica, por parte del mundo no musulmán, que se horrorice ante tamañas injusticias y por tanto reaccione de manera airada, no tanto como lo hacen los árabes, y exijan un respeto que, por naturaleza, debe existir en todo el mundo. Si esa es la ley dictada por Alá a Mahoma, no me extraña que tengan que raptar a las mujeres para poder seguir imponiendo su egoísmo penético (no es error de redacción, no confundir con genético aunque éste también cuenta) y cuando se cansen, enviarlas a la puta calle con el sambenito de adúltera de por vida si no se la quitan antes, me refiero a la vida. Lo que se ahorran esos musulmanes en pensiones de alimentación y otras…
El fanatismo religioso demostrado por los musulmanes ante palabras o actos cometidos por los no musulmanes, no hace más que radicalizar esa religión como una religión propensa al crimen, a la guerra, en definitiva a la matanza por el credo. Con sus actos lo están demostrando cada segundo, cada minuto, cada hora de cada día… la muerte de una sencilla misionera es todo un ejemplo de lo que son capaces en cuanto sus líderes lo consideran oportuno y lo ordenan. Y lo último que han ordenado es la destrucción de Roma y la conquista de todo el mundo mundial. ¿No te jode? Y los imbéciles presidentes bananeros haciéndoles el juego a los dirigentes visibles del demonio islámico con abrazaditas, palmaditas, saludos al tendido cogidos de las manos…¡éstos tíos sudamericanos no se enteran de qué va el refrito!... Como el Chávez y el Evo tienen cara de moro, menos mal que no está el Menen, ¿qué se podía esperar? Y ojo con la energía nuclear en poder de fanáticos.
En definitiva, que si las mujeres musulmanas tuvieran el valor y el heroísmo de plantar cara a sus machotes, podríamos asistir a un cambio esquematizado del comportamiento general de los radicales musulmanes, aunque ello cueste algunas vidas al principio. De hecho, están comenzando a elevar el grito a Alá para que deje de hacerse el sordo y las atienda. En Peshawar han comenzado.

viernes, 6 de octubre de 2006

UNA LÁGRIMA PERDIDA

Mataró, 06/10/2006
Publicado en El Faro de Ceuta

Miro por la ventanilla del autocar, que me traslada al trabajo en la gran ciudad, al límpido cielo en cuyo confín, unido a la línea del horizonte, se vislumbran una nubecillas oscuras y casi imperceptiblemente mi vista se aleja volando, como transformada en los ojos de un halcón peregrino, por encima de carreteras, pueblos, ciudades, montañas, ríos, embalses y lagos.
He llegado volando ante las tierras gallegas sobre una capa de aire que me transporta velozmente y vislumbro unos límites imaginarios de un concello (municipio) pontevedrés que tiene por nombre Ponteáreas. Sobrevuelo el viejo y carismático Castelo de Sobroso firmemente asentado sobre un promontorio rocoso en la ladera del Monte Landín mientras diviso al mismo tiempo los Castros da Troña enclavados en el cercano monte Dolce Nome de Xesús (Dulce Nombre de Jesús) con sus amplias terrazas ovaladas y mientras me alejo sobrevuelo A Picaraña, donde una extraordinaria roca guarda un precario equilibrio sobre otra más plana desde tiempo inmemorial: es la Pena dos Namorados lugar de tradición donde acudían y acuden las muchachas casaderas; sigo mi vuelo sin saber con certeza a donde me conducirá y diviso en el líquido reguero del Tea una especie de embalse o laguna rodeada de un asentamiento de acampadas: es A Freixa magnífico lugar de veraneo que me trae gratos recuerdos y mientras conjuro éstos recuerdos para centrarme en lo que estoy haciendo, diviso el reformado convento de Canedo, que los franciscanos levantaron allá por 1603. Mi vuelo me lleva en amplios círculos por encima de los campanarios de las ermitas de San Pedro de Angoraes; San Salvador de Padróns; Santo Estevo de Cuimar y la parroquia de San Cibrán en Paredes; después de rasear por encima de los muiños cercanos al río, divisar los numerosos cruceiros diseminados por doquier y los hórreos de las casas veraniegas aterrizo en la terraza de una edificación de dos plantas donde descanso un poco.
Frente adonde me encuentro hay un restaurante, donde en ocasiones he comido muy buenos platos y… unos gemidos me atraen la atención. Provienen del interior de la casa en cuya terraza estoy apoyado. Miro hacia abajo, como buscando por donde introducir mi curiosidad, pero todo está cerrado; un llanto muy quedo se eleva desde un rincón de una de esas ventanas. Afino mi atención y descubro que se trata del lloro de una niña pequeña y los gemidos provienen de otro lugar cercano. La curiosidad puede más que la prudencia y me arriesgo el físico fisgoneando entre las rendijas que la persiana veneciana me concede graciosamente. En la penumbra de la habitación que se proyecta a través de una rendija descubro dos cuerpos tumbados en el duro suelo. Uno de ellos, el más pequeño, parece corresponder al de un chiquillo de unos dos años, pero un chiquillo extremadamente delgado, casi esquelético con el vientre un poco hinchado; poco separado del pequeño cuerpo vislumbro otro, es el de la niña cuyos lloros ha despertado mi curiosidad. Se trata de una niña de tres años tan flaquita que da pena verla, su bonita cara es todo un poema bañado en lágrimas de desesperación, miedo y rabia. No distingo a nadie más en la casa.
No entiendo qué es lo que le está pasando a ese delgadito infante y a esa bonita pero flaquita niña…, de pronto un gemido, más fuerte que los demás, seguido de una suave tos me hace girar la vista hacia el cuerpecito del niño. Ya no se mueve, ya no respira. La niña sigue llorando, ahora está hipando entrecortadamente…, un golpe de luz provinente del fondo de la habitación me asusta haciéndome trastabillar y golpearme el ala derecha…
Alguien, tocándome el hombro, me susurra que hemos llegado, abro los ojos y me doy cuenta de que sigo en el autocar; una furtiva lágrima corre por mi mejilla izquierda hasta caer, mientras me levanto, en un recodo del asiento. No hago nada por limpiarlo… es una lágrima perdida. No puedo hacer nada.