martes, 27 de junio de 2006

SECUENCIAS ENCONTRADAS

Mataró, 27/06/2006
Publicado en El Faro de Ceuta, Diario Sur, Qué!

En una de mis opiniones personales, que son eso: opiniones personales que no tienen por qué asumirlas nadie, publicada tiempos atrás por nuestro decano de la prensa local El Faro describía una hipótesis sobre cierta tendencia a la marroquinización de Ceuta en un supuesto intento de determinados partidos locales.

Pues bien, tras analizar profundamente varios artículos publicados diariamente en nuestro periódico de toda la vida, concretamente aquellos que escriben sobre la política ceutí y sus partidos, me ratifico en aquella lejana hipótesis de que algo se está tramando para llevar a cabo una actuación determinante para efectuar un giro, no por ello insospechado, a la situación actual de nuestra Ciudad Autónoma con aspiraciones de Comunidad Autónoma.

Si un diputado local menciona la palabra “marroquinización” en un pleno de la Asamblea pueden ocurrir dos cosas (una de ellas ocurrió): o bien que todos los asamblearios se rían de la salida del diputado como una parte más del cachondeo al que estamos acostumbrados los caballas o bien que cierto sector de los diputados presentes se levanten airados y supuestamente ofendidos ante tamaña y supuesta acusación.

Sobre la segunda reacción no hay nada que comentar porque sencillamente esa reacción se produce cuando es descubierta, aunque de manera supuesta, la simbiosis entre los partidos afectados por la acusación y el oculto sistema que la alimenta.



Por ello, no me extraña que ahora esos partidos salgan ahora con mociones sobre la policía, da igual que sea local como nacional, en las que llegan a proponer la disolución de un grupo policial creado en su momento para ciertos cometidos.

Los pasos que están dando los miembros de esos partidos, cuyos nombres son sobradamente conocidos, se asemejan mucho, pero que mucho, a cierta formación encubierta que busca mermar el “status” de la seguridad ceutí en beneficio de los intereses de “soldados” encubiertos como ciudadanos ceutíes de pleno derecho con fines explícitos.

No es de extrañar que en la moción que presentan incidan en los muchos problemas, según ellos, que ocasionan las intervenciones del grupo policial, cuando dichas intervenciones cortan de raíz determinados intentos alentados por quién sabe quién y que recortan una milésima las alas que poco a poco se van extendiendo sobre el cielo ceutí. Está claro que no les interesa que siga adelante el grupo especial de la policía local. Otra razón no pueden haber, ya que el delito es igual en un musulmán, en un cristiano, en un judío y en un hindú lo que confiere que se convierta en delincuente y si defienden a los delincuentes… alguna razón tendrán ¿no? De sobra conocemos los manejos de ciertos políticos plasmados en marchas verdes.

En cierta ocasión hice un paseo por el otro lado de la frontera y me encontré con un viejo amigo mío, antiguo compañero de juegos y deportes, musulmán por más señas, que me explicó, a la pregunta que le hice sobre la masiva aglomeración de marroquíes en la frontera del Tarajal, que estaban esperando una señal del águila para entrar en Sebta…, sin comentarios.

Lo cierto es que lo que ví en la frontera del Tarajal me llenó, básicamente, de esos pequeñitos granitos que se muestran claramente en las aves desplumadas y que empieza por el cogote recorriendo los brazos y luego por todo el cuerpo…, miles y miles de marroquíes apelotonados en esa “tierra de nadie”, tramo comprendido entre el puesto fronterizo marroquí y el español, de todo calibre y condición destacando en primer lugar jovenzuelos tan osados que se acercaban hasta la misma raya de la frontera española, jovenzuelos con cucuruchos pegados a la nariz y ojos extraviados mirando sin ver…, creo que escribo claro.

La disolución de un grupo especial, tanto da que se llame UIR que como se llame GEO, no es una cuestión política que poner a la mesa. En todo caso es responsabilidad de la autoridad competente y nada más y nada menos que un motivo extremadamente grave y fuera de contexto puede hacer que esa rama especial sea debatida en Asambleas o Congresos, por lo que la moción que presenten esos partidos que representan únicamente a cierto sector de la población de Ceuta, que no a todos los ceutíes, no tiene ninguna validez tanto como sugerencia política que como sugerencia de mejorar la seguridad de la ciudad.

No comento sobre la formación policial a la que hacen referencia por carecer de datos en los que pueda apoyarme sin vacilación alguna, dado que como ciudadano amante de la libertad y de la convivencia entre los pueblos, libremente digo que al existir instituciones que velan por nuestra seguridad, solamente creo en ellas.

Y a todo ello, el resquicio que encuentra estos partidos en nuestra grandeza democrática les da oportunidad de sacarse del talego temas que no tienen nada que ver con la joven epopeya del país al que dicen pertenecer y defender, de manera tan categórica y públicamente, y sí mucho que ver con temas personales y ajenos a la andadura política ceutí que le van acercando poco a poco a las iniciales trazas de determinado grupo con el que ahora se intenta tratar la paz del país: que si inclusión de su lengua, que si menos policias, que si… ¿a dónde iremos a llegar?

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