martes, 4 de julio de 2006

PALILLEROS (Varillas)

Ceuta, 19/07/2006
Publicado en El Faro de Ceuta, Diario Sur, Qué!

Hoy me he levantado de siesta con ganas de patearme la zona portuaria y recordar momentos felices de mi adolescencia, pero no os preocupéis no pienso plasmarlos en ésta Nota.

He cruzado bajo ese bodrio arquitectónico deseando las buenas tardes al Cristo de los Afligidos, más afligido estará Él encajonado como está. Sobre el puente un chaval trata de pescar a algún habitante de las aguas que corren por el foso en un flujo permanente hacía el interior del puerto. Ha tenido mala suerte el chaval porque en el preciso instante en que suelta el sedal una lancha que cruza bajo sus pies a una velocidad no tolerable para esa zona, a mi juicio, se lo arrebata. Este hecho cabrea bastante al chico, musulmán por más señas, que entre denuestos y arrebatos de ira recoge sus bártulos y su caña adentrándose en el puerto. Su ignorancia no es la mía por lo que no me hago cargo de su desgracia.

Prosigo mi camino y me acerco al muelle en el que en otros tiempos atracaban los entonces llamados transbordadores, aquellos inolvidables “Virgen de África”, “Ciudad de Ceuta”, “Victoria”, etc. En la esquina del muelle se encuentra atracada una vieja y oxidada carraca con su lado de estribor pegado al cemento y en babor un grupo de chicos, que por las trazas parecen inmigrantes, se aprestan a abandonarlo ante mi presencia, creo mas bien por la presencia de la imponente cámara fotográfica que porto, interrumpiendo su descanso con las piernas colgando sobre las aguas.



Continuo mi paseo por el borde del muelle sorteando los estays y descubro algunos coches con matrícula marroquí con gente en su interior. Están aparcados por detrás de la gasolinera, cubiertos a la vista desde la avenida del Cañonero Dato por los edificios colindantes a la misma. Todos los ocupantes son mujeres y niños o niñas. Doy la vuelta alrededor de la zona, cerca de la rotonda donde se encuentra el monumento a Pepe Caballa y veo a numerosos grupos de inmigrantes magrebíes en su mayoría agazapados entre los arbustos y árboles de los parterres que jalonan ese rincón de Ceuta. Algunos se espantan al verme y hacen mutis.

Sigo el camino por la avenida y diviso más y más grupos de inmigrantes cobijados bajo la sombra que proyectan los edificios y que se muestran inquietos al verme. Consigo contar a siete hombres que portan en sus manos una varilla de madera, algunos, y un rollo de periódico los otros. Imagino que serán los propietarios o conductores de los coches aparcados detrás de la gasolinera. Yo los llamo “los palilleros”, supuestos aparcacoches que hacen señas a los vehículos que pasan por “su territorio” con el fin de guiarlos a un lugar donde aparcar, el resto ya se lo imaginan ustedes. Y a todo esto… ¿la policía local sólo está para lucir palmito en el antiguo puente de la Almina, hoy plaza de la Constitución? ¿También duermen la siesta?

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