sábado, 2 de diciembre de 2006

OTRA VEZ

Mataró, 2 de diciembre de 2006
Publicado en:
El Faro de Ceuta
Diario Sur
Qué!


Cuando me preparo para pasar la transición de 2006 a 2007 en un ambiente familiar y tremendamente festivo como corresponde, va y viene la primera noticia de la mañana que me causa estupor y dolor.
El día antes el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, expuso en una rueda de prensa que España iba bien (un intento de pequeño plagio de las palabras del anterior presidente, el olvidable Aznar López), tanto en lo económico como en lo social y que el planteamiento de la paz iba camino de buen puerto… ¡zas!, buenas palabras que cayeron como fichas de dominó puestas en fila paralelamente y que se hundieron en la nada como los forjados del parking del aeropuerto madrileño.
La bomba puesta por ETA, al menos eso afirma el gobierno, rompe la tregua manifestada y también rompe con todos los moldes de una política llevada para conseguir la paz a costa de luchar en dos frentes: contra la oposición y contra la política independentista etarra, llevada por el brazo político de la ilegal Batasuna.
Desde el primer momento opiné que coincidía con el Gobierno en el camino de la paz emprendido con el diálogo entre las partes implicadas pero, un contrapeso bastante fuerte, me encontraba con la actuación de la Justicia en los pleitos abiertos y las nuevas detenciones de etarras. Más aún que la derecha insistía una y otra vez en mantener abierta la guerra, poniendo por delante la Asociación de Víctimas en sus manifestaciones periódicas.
La decisión de ETA de explosionar una bomba en el aeropuerto de Barajas deja bastante desconcertado al Gobierno, como así lo manifestó el ministro de Interior, y le fuerza a descomponer los planes que tiene para conseguir la paz. De confirmarse definitivamente la autoría de ETA, ya no vale más subterfugios que la de perseguir a los asesinos etarras y sus aprendices esos de la “kale borroka” con todas las fuerzas de la Seguridad del Estado.
La tregua que la propia ETA había levantado indefinidamente, a juzgar por lo que ha ocurrido, era un simple intento de hacer bajar la guardia al Gobierno y pillarlo cuando más confiado estuviera. Ignoro si ETA hubiera actuado así si la oposición (léase PP) hubiera colaborado con el Gobierno olvidándose de la rivalidad política surgida de aquel nefasto 11M. Como simple opinión personal que no obligo a compartir, creo que si la Justicia -que normalmente va muy lenta- hubiera dejado para más adelante los juicios contra los etarras mientras se desarrollaban las negociaciones para la paz, habría ocurrido menos caos y las cosas tal vez fueran diferentes. De ninguna manera quiero expresar que la Justicia archive o deje de juzgar a quienes, a todas luces, se lo merecen. Solamente que hubieran retrasado esos llamativos juicios donde hasta una política se atreve a desafiar con las miradas cruzadas a un asesino, estando éste bien guarnecido en un cubículo, en un momento de soberbia de cara a la galería como lo hizo la presidenta del PP vasco. Gesto inútil que solamente levantan iras de quienes se sienten aludidos y que no sirve ni para defender los intereses de las víctimas.



Pese al atentado, que lo condeno totalmente, quiero creer que éste sea el último cometido por esa tristemente famosa banda para siempre y del año; que cierta diputada pepera catalana ha denominado de manera altamente demagoga UN AÑO CON SOMBRAS, y sobre cuyo artículo doy respuesta en otro. Quiero que los propio vascos condenen implícitamente las actividades criminales de sus propios conciudadanos y se esfuercen en convencerlos que ese no es el camino a recorrer y también quiero dirigirme a los líderes del ilegalizado partido político con éstas palabras: No basta querer por querer, hay que demostrar tener ese querer con palabras y hechos que no rompan el querer ajeno, que no hundan el querer de familias enteras hacia quienes son sus víctimas, víctimas inocentes que dejaron de querer contra su voluntad; víctimas que no tienen arte ni parte en vuestros litigios políticos y ni siquiera, muchas de esas víctimas, os menciona abiertamente. ¿Por qué insistís de esa manera?
En fin, tal vez mi opinión expresada aquí caiga, como siempre, en el roto saco de vuestra indiferencia y sigáis los consejos de vuestra mente que confunde el asesinato con la fuerza para conseguir vuestra independencia. Ahí os dejo con vuestra conciencia y vuestra autoestima.

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