sábado, 16 de enero de 2010

OTRAS LLAMARADAS

Mataró, 16/01/2010
Publicado en:
El Pueblo de Ceuta
Diario Sur


En mis paseos por la capital, visitando de vez en cuando librerías en busca de algo interesante, me he topado infinidad de veces con mi foto. Bueno no es mi foto exactamente pero es de alguien clavadito.
Precisamente en la portada de un libro he encontrado un retrato de mi perfil, cuando tenía 20 años, y lo he comparado con una de mis fotos. Exacto. Aunque se positivamente que no soy yo.
Bien, ¿a qué viene esto? Pues, a que Gaspar Llamazares se ha cabreado de lo lindo porque el FBI americano, de los Estados Unidos de América del presidente Obama, ha utilizado un retrato suyo para hacerlo pasar por Bin Laden. ¡Cojonudo!
Solo falta que los agentes del servicio secreto de cualquier país occidental «lo fusilen» en plena calle o en su asiento del escaño. ¡Es de coña esto!
Parece cómico pero no lo es… ¿Por qué no usan el retrato del Papa para buscar al lugarteniente de Bin Laden? Se parecen mucho salvo por el cabello. Uno lo tiene blanco, de santidad, y el otro entrecano tirando a negro, de demonidad.
Menos mal que a Gaspar Llamazares se le ha ocurrido suspender su viaje al Líbano, no sea que le cuelguen en los cedros del ídem.



Una inmensa llamarada ha saltado desde los palacios que suelen pisar la realeza del país. No es para menos si se encuentran de golpe y porrazo con una fortuna que alguien tocado del seso, tal vez atacado por el Alzheimer, les ha dado como herencia.
Ignoro si ese empresario menorquí tenía familiares y/o allegados más cercanos.
Lo que ha hecho este señor es una burrada en toda regla. Podía donar ese patrimonio a los pobres y verdaderamente necesitados de ello.
No señor, para quien no tiene problemas en su vida. Para quién dispone en usufructo de todo el patrimonio que quiera sin pagar impuestos.
Y hablando de impuestos…, me parece otra burrada que la Ley General Tributaria obligue a “atracar” al heredero quedándose con un 68%.
Aviso a navegantes: dilapiden cuanto antes su fortuna, justo cuando crean que van a morir en pocos días, organizando banquetes y otras cosas para pobres.
Que gasten ese 68% de su fortuna en esas cosas antes de que se la coma el fisco. De esa manera habrá cumplido con dos deberes sagrados, quedar a bien con Hacienda, por eso de donaciones sociales, y cubrir las necesidades de mucha gente necesitada de verdad.
Los príncipes no tienen tiempo de fundar fundaciones.
Lo que no puedo negar a ese millonario fallecido es que era un “forofo” de la realeza. Mira que crear una plaza en la zona de crecimiento de la capital menorquina, Ciutadella, y ponerle el nombre de Don Juan de Borbón para después construirse una mansión donde residió hasta el fin de sus días. Se creería el rey ¿no?, de ahí que conceda la herencia a “sus descendientes”.
Al menos se la podía haber dado a un familiar suyo que vive en Mataró, de apellido Llabrés, amigo mío.
Pero lo malo de ello es que este ciudadano mataronense no dispone de la cantidad necesaria para tributar a Hacienda antes de quedarse con la herencia…, al fin y al cabo se quedaría con nada. O al menos con una mansión en Menorca para pasar las vacaciones.
Varios decenas de millones de euros no es ninguna bicoca ¿verdad?
Mientras tanto yo sigo siendo pobre. Las únicas llamaradas que vislumbro son las de mi mechero cuando enciendo el pitillo.
Ni siquiera me ha tocado el mínimo premio de Euromillones.
A los príncipes no hace falta que les toquen, ya los tocan millonarios estrambóticos.
Mala entrada del obispo Munilla, decir que hay males mayores que la tragedia de los pobres habitantes de Haití… espiritual que es el tío.

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