jueves, 8 de enero de 2009

ADIÓS 2008, AÑO DE CRISIS

De nuevo estoy con Vds., apreciados e hipotéticos lectores, en este nuevo año que tiene connotaciones de delantero centro, por el nueve, y que viene cargado con tantos problemas, de toda índole, que ya no puede dejar de ser un año entrañable para todos.
Dejamos atrás un año nefasto por diversos asuntos, sobretodo el económico unido al laboral, y una guerra más que se suma a las existentes. Un año en que el “bolo” ha corrida más de la cuenta y en el que la humanidad sufre un fuerte vuelco en su orden natural.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, el presidente del Gobierno ha conseguido domeñar a su contrario en la oposición. Los cambios en el sistema nacional de financiación son fundamentales para el desarrollo económico del país y ello pone sobre el tapete la cuestión de la ética autonómica al administrar su propia economía.
La insistencia de Mariano Rajoy, o la cúpula pepera, en su sistemática oposición a cualquier avance gubernamental no significa lo que el propio Mariano quiere significar. Es, simple y llanamente, un odio visceral, que a nada bueno conduce, hacia la persona del socialista. Rajoy viene demostrando que, con sus palabras y hechos, no hace absolutamente nada por el país, no lucha por que España alcance un bienestar total jamás logrado.
Vamos a dejar, de momento, esa manía persecutoria de Mariano Rajoy y centrémonos en lo que fue el año pasado y lo que será el de ahora.
Sociedad: los maltratos seguirán en línea ascendente desde que se concentró la resolución de estos hechos en leyes, normas y sentencias. No ha habido alumnos que aprendieran las nuevas directrices de la sociedad contemporánea (No estudiaron lo de Ciudadanía). Los protagonistas de la prensa y televisión basura no tienen cabida aquí.
Economía: siguen los desahucios derivados de la explosión de la burbuja inmobiliaria, inflada con codicia desmedida, y con ello paga justos por pecadores. Las nuevas guerras enlosarán aún más la economía mundial.
Laboral: las oficinas de empleo siguen saturadas y más que lo estarán durante este recién estrenado año. Sin vías de solución a corto plazo, los ERE’s seguirán incrementándose y los bancos seguirán sin poder cobrar los recibos de las hipotecas y otros préstamos. Algunos bancos seguirán cebándose de inocentes incautos.
Política: los socialistas ganarán en Euzkadi; clamorosos éxitos del Gobierno a nivel nacional e internacional, con la aparición de una nueva figura estelar en el escenario político nacional. Obama se hará muy amigo de España.
Cultura: más de lo mismo, sin cambios aparentes en el panorama. Algún que otro escritor saldrá rodeado de laureles, pero no mucho.
Deportes: el Barça será campeón de Liga, de Copa y de Champions; el Ceuta seguirá en el tobogán de la indiferencia y el Madrid entra de lleno en su época de vacas flacas. Fernando Alonso no ganará este año su Mundial, como mucho quedará segundo.
Bueno, todo lo de arriba no es más que una sarta de tonterías. No tengo dotes de tarotólogo ni dramaturgo –soy incapaz de escribir un drama sostenible- y si algo de lo que escribo acierta de lleno sólo podemos darle la clasificación de “pura coincidencia” y nada más.
Como este es el primer artículo del año que redacto, deberán comprender que lo hago aún con cierta pereza. Estos catorce días de vacaciones me han relajado tanto que ya no me enerva las desmañadas reacciones políticas de los peperos.

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