lunes, 19 de enero de 2009

UN POCO DE TODO

Fin de semana bueno en todos los sentidos. Me harto de ver entrar el balón en la portería contraria desde mi privilegiado mirador del Camp Nou. Cinco goles como cinco butifarras.
Solo me dio pena el cancerbero deportivista y menos mal que los culés optaron por no seguir atacando cuando fue suplido por uno de los jugadores después de encajar el penalty.
El “seny” del más que un club que hizo sentir por todo el estadio, más aún cuando Eto’o abrazó a Juan Rodríguez tras marcarle de penalty. Magnífico partido del Barça.
Otro espectáculo, al que no he asistido porque no tengo derecho a asistir, es el desarrollado en cierta cárcel con desnudo integral incluido. Se nota que la privación de libertad permite ciertas menudencias. Ignoro cómo se habrán sentido los presos después de presenciar un cuerpo de mujer que en otro tiempo pudieron ver. La solución al problema creado por ese desnudo está por ver, aunque sean los propios presos los que resuelvan el problema solitariamente en sus respectivas celdas. Y eso que los condones están a 0,20 euros, pero no creo que en las cárceles existan máquinas expendedoras de los mismos. Tal vez en el módulo de los homosexuales.
Lo que llega al paroxismo de la desvergüenza es la faena que ha realizado determinada empresa sumergida en un ERE que tiene todas las bazas de ser totalmente ilegal.
Una empresa, cuyo nombre no recuerdo, ha realizado un ERE con sus 23 trabajadores para sustituirlos por… 23 presas de la cárcel de Brians, Ya se sabe que con trabajadores presos, en este caso trabajadoras presas, se ahorra un enorme pastón el empresario ladino.
Vamos ahora por lo de sucesos: me alegra un montón que la Justicia haya condenado al padrastro y a la madre de Alba a esa larga tira de años aunque aún así me parece corta la tira.
Dejar a la pobre niña sin que pueda andar o hablar ya es mucho para tan poca penitencia.
Escribiendo ahora de coches, ya me pica la coronilla de las decisiones del Govern catalán sobre las velocidades. Me parece estúpida la decisión de obligar a los conductores a correr a la velocidad que le indican en letreros luminosos y que cambian constantemente entre los 40 y los 80 km/h.
Esta impopular medida que ha tomado el ejecutivo catalán, rige en las autopistas y autovías del cinturón barcelonés. El cuento de que contamina menos y causa menos muertos no me lo trago.
No me lo trago porque el número de muertos a la semana también se reduce en el resto del país, de España, y sin disponer de esas medidas de circulación.
En cuanto a lo de la contaminación si se circula a más velocidad… que me den un certificado que confirme el asunto. Pero un certificado no extendido por el propìo Govern, sino por una empresa de control del ecosistema.
Como el que corra más de la cuenta y sobrepase los límites de velocidad se las verá con los jueces… éstos deciden convocar huelgas como humildes trabajadores cuando representan lo que tanta represión ha realizado sobre los huelguistas. No me parece sensato que unos señores jueces se muestren así.
Como hagan la huelga anunciada… ¿quién juzgará a los autores de las bombas sobre repetidores de la TV vasca?
Ya que escribimos sobre los vascos… ¿cómo creeremos a la democracia si se permiten castigar a quienes no quieren abrir la boca? ¿a quines se le obligan a decir ciertas frases que no quieren decir se les condenan?
La verdadera cultura democrática es la que promueve la participación de los ciudadanos en la vida pública y la que fortalece su vínculo con las instituciones que los representan y que encabezan dirigentes elegidos en unos comicios donde todas las opciones puedan plantear sus candidaturas. Hace falta fomentar el respeto y la estimación hacia las instituciones, pero no lo conseguiremos con criterios que recuerdan más a una relación entre señores y súbditos, y nos hacen pensar en una Europa sin libertades.

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