viernes, 16 de enero de 2009

ASOCIACIONES Y FOROS POLÍTICOS

El regreso al mundo laboral, después de estar un 85% anual jubilado, es lo más parecido al regreso de ultratumba. Nos miran a esta clase de trabajadores del 15% restante como seres de otro mundo, del más allá supongo, que regresan para ocupar los puestos de trabajo que dejaron en su día y con ello desplazar al nuevo ocupante a otras tareas menores, esto como suposición de los nuevos.
Nada más lejos de la realidad, los “quinceporciento” no regresan para quitar de los puestos que dejaron a los ocupantes actuales. Regresan para matar el tiempo de ese 15% en tareas baladíes.
Bueno vayamos a lo que interesa, la política está girando ahora en torno a los juzgados a causa de la estrategia equivocada y tozuda de asociaciones que van más allá de lo que la legalidad les corresponde.
Como supondrán estoy escribiendo de esas asociaciones que se denominan Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, ambas mantenidas por el PP con fines estrictamente políticos como se adivina por sus actuaciones.
El espectáculo político montado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha resultado ser un auténtico despropósito. Basarse sólo en la acusación particular y colegiada no deja de ser un juego al que se le hace asumir una dudosa legalidad para presentar denuncias jurídicas, en eso priman intereses políticos más que dudosos.
Si Vds. leen uno de mis anteriores artículos de opinión, de meses atrás, podrán comprobar que la razón no deja de aumentar en mis análisis.
A nadie -sea político, ex político, ex delincuente o lo que sea- se le puede negar que se reúnan para dialogar si son ciudadanos libres –que no están presos- aunque hayan pertenecido a entidades declaradas ilegales. En eso se basa la democracia.
Aún así, si nuestro sistema penal concede a los presos, con sentencia firme, que puedan recibir visitas, a más de los vis a vis, ¿cómo van a condenar reuniones entre personas libres?
¿Me juzgarán porque me haya reunido con amigos que estuvieron ilegalizados? No me hagan reír, a las personas es imposible ilegalizarlas, siempre tendrán sus derechos legales intactos, pasen o no pasen por la cárcel. Sólo se suspenden, supongo, esos derechos cuando están en la cárcel cumpliendo.
Lo que pasa en realidad es miedo. Si señores y señoras, miedo a no obtener votos que les hagan alcanzar “el trono” codiciado en las comunidades. Por ello tratan de destruir formaciones políticas elegidas con toda la legalidad por los ciudadanos y que les hacen imposible aumentar su cupo de votos. La Ley de Partidos, en realidad, no debería existir si tenemos una constitución tan clara y abierta.
Una cosa muy clara de lo que afirmo está en la política opositora del PP. Cada cosa mala que ocurra en este país es culpa únicamente de Rodríguez Zapatero o de alguno de sus ministros.
El Presidente de nuestro Gobierno es culpable de que caiga nieve antes de tiempo; es culpable de que el temporal rompa la cadencia de la crisis; culpable de que se hundan túneles; culpable de la guerra unilateral israelita… ¡vamos ya!
En el foro político que hemos celebrado en el Casinet se ha discutido sobre las responsabilidades en el aeropuerto de Barajas. Se da el caso que yo mismo he sido uno de los afectados al regresar de un viaje a Madrid.
¿Cómo es posible que Mariano Rajoy pida la dimisión de la ministra de Fomento por lo que ha pasado y pasa en el mencionado aeropuerto? ¿Por qué no echa la culpa a Esperanza Aguirre? Si tenemos en cuenta que los problemas son causados por una empresa privada, Iberia, y que en esa empresa tiene participación la Caja de Madrid sobre cuya directiva ha impuesto sus condiciones la propia Esperanza Aguirre… ya me dirán.

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