lunes, 20 de septiembre de 2010

LA FOTO

Publicado en:
El Pueblo de Ceuta

Suele pasar que en casi todas las reuniones a las que acudo, siempre existe una persona con un artilugio en la mano. Es el fotógrafo ocasional que siempre anda tirando fotos de cualquier cosa.
En la tertulia a la que suelo concurrir, el fotógrafo suele ser un señor mayor natural de Pollensa. Lo raro es que nunca entrega copias de las fotos que hace de los tertulianos…
Bueno, hablando de fotos, las que se hicieron los mandamases de los dos países más ralos en exponer sus intenciones respectos a las ciudades de Ceuta y Melilla.
Por parte de nuestro país, representado en una eterna sonrisa con dos hoyuelos en las mejillas, no deja de ser una hipocresía hortera que me revuelve las tripas.
Por parte del otro país, la catadura moral del representante queda patente en su despreciativa y prepotente mirada. Más aún que su bandera era la única que ondeaba en el reducido espacio improvisado.
Mucho trabajo previo de concertación de una entrevista que no conducía a nada que no sea posar para la foto.
Si ambos líderes decidieron pasar página de los incidentes fronterizos de Melilla, no resultaba menos sorprendente que el nuestro obviara lo del Sáhara.
¿Qué cuesta hacer una entrevista a sólo 14 kilómetros de distancia? Tienen que hacerla a más de cinco mil kilómetros y sólo para la pose.
La única verdad, tanto para los de derechas como para los de izquierdas, es: LA FOTO ES LO MÁS IMPORTANTE. ¿No te jode?
¿Cuándo se atreverán, los representantes de nuestro país, asentar de una vez por todas y de manera internacionalmente reconocida, que Ceuta y Melilla nunca entrarán en el puzle marroquí?
No me refiero a la actitud de cierto presidente que osó enviar a toda una élite militar contra un rebaño de cabras. Ahora no se tratan de cabras ni cabreros.
La oportunidad que tenemos en esas reuniones de la ONU no deberíamos despreciarlas. Debemos clavar la pica en Fl…, perdón digo en la ONU y zanjar el tema de la españolidad de las dos ciudades.
De paso, y soltando los huevos de una vez por todas, proclamar lo que hace tantísimo tiempo debía estar proclamado: la total independencia de nuestra antigua provincia en el África: el Sáhara de los sahaurís. Las palabras estatales son ley y la de aquellos tiempos cuando se abandonaron aquellos territorios ¿Qué son? ¿Mierda?
Que no se pongan los huevos por corbata.
Ya vemos que nuestros políticos son muy aficionados a usurpar poses a las que solo tienen derecho las y los modelos profesionales.
Gracia me hace nuestro presidente autonómico con el gorro legionario. No le pega ni para figurar en el escaparate de una tienda de souvenirs. No vende.
Carod-Rovira las pasó canutas por colocarse el gorro espinoso de Jesucristo.
Por otro lado no me sorprende el auge de los partidos ultraderechistas en Europa. Si tenemos aquí partidos que no son de auténticas izquierdas, al estar sometidos a las directrices neoliberales de Wall Street. ¿Qué tienen de izquierdas?
No existe, en realidad, ningún líder carismático, preparado y efectivo de la izquierda.
Parece que no aprendemos nada de la Historia, mucho menos de la reciente. A joderse toca.
Estamos convirtiendo la democracia actual en la democracia de los pasteleros, según Platón, tal como tratan de ganarse al ciudadano con pasteles y caramelos…
Pero de esa filosofía parece olvidarse el presidente de nuestro gobierno, cuando se trata de las dos ciudades, convertidas en las guindas de un pastel en intercambios fotográficos.
Que no pase “ná”
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