lunes, 27 de septiembre de 2010

DOMINA EL TERROR

Publicado en:
El Pueblo de Ceuta

Tan acostumbrado como estoy a mi situación de jubilado activo, con todo el tiempo libre a mi disposición, se me hace duro imaginar que pronto tendré que volver a mi estatus de trabajador.
Por 32 días dejaré de ser jubilado.
Lo que ya es histórico en mi caso. Los tres años que llevo de jubilado activo han pasado tan raudos que ni siquiera puedo recordar que no fue ayer mismo.
Lo que ya no es histórica es la opinión de Larbi Mesari al manifestar que “… se trata de un territorio de Marruecos que España debe entregar a su verdadero dueño”, en referencia a Ceuta y Melilla.
La historia, la verdadera, nunca aplica el vocablo de “territorio propio” referido a las dos ciudades españolas como parte integrante del país vecino.
La historia, la de ellos recientemente escrita, afirma lo contrario.
Importa un pimiento que se reúnan historiadores, juristas, políticos y representantes de la sociedad civil (los anexionistas) que aseguren que su país tiene todo lo necesario para recuperar las dos ciudades.
Argumentos históricos corresponden a familias musulmanas, no marroquís, que hablan de epopeyas cuando ni existía Marruecos en la mente de nadie.
Argumentos jurídicos no existen, dentro del Derecho Internacional, que vayan avalando sus pretensiones, a no ser que su servicio de inteligencia, el marroquí, asuma el papel de la CIA y vaya creando documentos jurídicos falsos.
Argumentos geográficos… jua, jua, jua. Si no fuera porque los españoles consentimos en que naciera Marruecos… ¿qué argumentos?
En realidad tendría que haberse denominado Berbería.
No es correcta la salida de los anexionistas marroquís porque a nada conduciría, visto de esa forma, si agregan que nuestros argumentos son adoptados por España para defender la españolidad de las dos ciudades.
Cría cuervos y…
Un punto sobre el que NO estoy absolutamente de acuerdo: dar festividad a un acto religioso en un país laico.
Importa, y mucho, que demos alas a los enemigos del país y declarar festivo un día para el Islam. Las consecuencias serán desastrosas, al tiempo.
Estas cosas, que nuestros políticos consideran banales, tiene una fuerza tremenda para revalorizar la autoridad de los moros en sus intenciones de “recuperar” las dos ciudades.
La democracia no contempla imponer la religión. Es cosa aparte.
España no contempla las actividades religiosas como para darles carácter festivo cada vez que se celebren, si exceptuamos la Semana Santa que ahora es un reclamo turístico de primer orden y por la que se obtienen bastantes ingresos.
Para eso fue creada. Porque en lo religioso…, nadie cree a estas horas su historia.
Los países destacan por sus tradiciones, si otro país impone las suyas… dejan de ser un país soberano para convertirse en un país dependiente o satélite.
Se han preguntado Vds. lo siguiente: ¿Cualquier país árabe, desde Marruecos al Yemen, permitiría que se celebrara la Semana Santa, con carácter oficial de festivo, dentro de su territorio?
Le damos la oportunidad de que trabajen, y puedan mantener a sus familias, dentro de nuestro territorio. Les permitimos participar en nuestra vida política… como españoles. Toleramos que se traigan a sus mujeres e hijos por efectos del reagrupamiento familiar sin tener en cuenta de que tienen, cada moro, tres o cuatro mujeres con sus respectivos hijos. No todos, claro.
Qué les importa a ellos Ceuta y Melilla, dos ciudades carentes de industria.
Abogo por la tolerancia cero si queremos evitar problemas más graves.
-
-

No hay comentarios:

Publicar un comentario