miércoles, 8 de septiembre de 2010

LAS RELIGIONES

Publicado en:
El Pueblo de Ceuta

He acudido, como cada año, al acto anual del Día de Ceuta celebrado en el Ayuntamiento de Barcelona, distrito de Sant Martí, bajo la presidencia de nuestro amigo Francesc Narváez y de Manuel Carlos León, en representación de la Ciudad de Ceuta.
El reencuentro con viejos amigos ha sido bastante emotivo. Tiempo hacía que no los veía.
He tenido la oportunidad de conocer a José Joaquín Miláns del Bosch Jordán de Uríes, persona exquisita en el tacto que habló a los presentes en el acto del Día de Ceuta de una manera clara y concisa que agradó a los asistentes. Le aplaudieron merecidamente.
Ganó el primer premio de poesía. Todo un descubrimiento.
Bueno, la crónica de este acto está en otro sitio.
Escribiremos sobre las religiones.
Las religiones representan a la peor epidemia que ha padecido y padece la humanidad.
Millones de muertos durante miles de años.
Los que no mueren padecen graves distorsiones de la realidad.
¿Cuándo se acabará esta pesadilla?
Ahora va y explota la tensión al ocurrírsele a un pastor religioso norteamericano, de una pequeña iglesia de Florida, promover la quema del Corán.
La Diada de Catalunya la tenemos cerca, y el tristemente famoso 11-S cumplirá su noveno aniversario…
A las puertas de estos actos comienza una nueva etapa, más grave, en la tensión mundial por culpa de las religiones.
Aunque opino que el concepto de libro sagrado (nomínese Biblia, Corán, Talmut, etc.) se habrá de revisar concienzudamente. Los libros nada más que son eso: libros.
Aunque sus fines sean religiosos, parecen que se están convirtiendo en manuales de guerra que conducen a matanzas indiscriminadas.
Aunque no está de más que, quienes se ofendan por la quema de libros, recuerden lo que dijo Abu Muhammad Ali Ibn Said Ibn Hazm (994-1064): “… podrán quemar mis libros, pero sus letras y significados me acompañarán para siempre…”, buen razonamiento del filósofo y poeta cordobés, aplicable ahora.
Aunque la realidad demuestra una extraña pantomima: los islamistas revientan porque les queman el Corán… pero no les importan que se inmolen sus jóvenes con bombas en sus mezquitas, ni la muerte de miles y miles de sus fieles entre ellos mismos. Mueren los más indefensos.
¡Qué panorama!
No lamento decirlo, pero la realidad está ahí. Los sucesos repetitivos de la barriada ceutí de El Príncipe muestra la verdadera cara de la situación socio-política actual.
Si los políticos no lo remedian, ya pueden empezar a bajarse los pantalones.
Lo de Melilla es una cuestión social de unos pocos, aunque parezcan estar apoyados por el reino, y no es cuestión estatal, ya que suele ocurrir en otro territorio.
Lo del Príncipe es una cuestión social grave que con el tiempo empeorará. Y dentro de nuestro territorio. La intervención apaciguadora se hace necesaria, a nivel estatal.
La Teología, mezclada con los postulados de Hawking, solo conduce a la destrucción masiva. Tanto fanatismo cansa.
Recomiendo lean “El collar de la paloma” (“Tawq al-hamâma”), del polígrafo cordobés mencionado más arriba. Es relajante en extremo.
Una cosa, pido a los lectores que no confunda el periódico “El Pueblo de Ceuta” con cierta página web con foros de discusión, donde los “toma y daca” llegan al paroxismo del ridículo. ¡Vamos, lo que no faltaba por hacer!
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