lunes, 21 de septiembre de 2009

METEDURA DE PATA HASTA LA RODILLA

Circular con moto por las carreteras y calles catalanas es una auténtica odisea cuando uno es un conductor normal, o séase que no quiere imitar a Pedrosa ni Rossi, y se encuentra con mentecatos que van también a dos ruedas y que circulan con maniobras escalofriantes.
Pase que circulen entre carriles, entre el reducido espacio que dejan coches y camiones que circulan en paralelo; pase que adelanten a uno a escasamente 20 cm… pero que traten de colarse en una larga cola de coches circulando por el carril de dirección contraria ya es el colmo y como era de esperar fui testigo del accidente. Menos mal que el loco chaval motorizado sólo se hizo un corte en el brazo.
Bueno, tan locos conductores merecen un rapapolvo, como lo merece el ínclito Mariano Rajoy que ha sido capaz, una vez más, de meter la pata hasta la rodilla por no escribir de corvejones.
Tratar de recusar a un juez con la petición de personarse en la causa por indefensión… suena a folletín rufianesco dentro de un ruedo como el de los enanos toreros, que estos me perdonen, cuando la actuación del juez va encaminada hacia personas privadas y no hacía el PP.



Aparte de eso, está lo que está demostrando los conservadores del PP con sus actuaciones ante las investigaciones: parecen que dan la impresión de que tienen miedo a que salgan más chachullos y éstos salpiquen a más gente demasiado cercana a la cúpula pepera. Otra explicación no la tiene, por cuanto eso de quejarse porque el ministro de Justicia se fue de caza y el juez también (¡¡además ambos invitados por un pepero!!) no cuela después de setenta años de vigencia de La Escopeta Nacional.
Tampoco cuela que el juez haya pertenecido al Gobierno cuando Felipe González. Entró como independiente y salió con un montón de papeles con los que metió en la cárcel a no pocos socialistas por corrupción.
La intención del PP de apartar al juez de la causa que instruye y en la que ya figuran 37 imputados es para que se sonrojen todos los diputados. Por ello, al anunciar el propio juez que ve serios indicios contra aforados de ese partido… el canguelo corre deprisa y hacia arriba.
Lo siento de verdad por mis amigos, muchos de ellos simpatizantes del PP, pero cada vez mis artículos se van llenando de razón. Me refiero a artículos anteriores publicados en nuestro periódico y en los que barruntaba comportamientos y crisis políticas de envergadura. Si se molestan en hacer un repaso al conjunto del archivo de nuestro rotativo lo comprobarán.
Con todo, la actuación del PP deja a las claras una cosa: no son demócratas.
Han actuado como actuaron ciertos personajes un 23 de febrero cuando vieron que sus chanchullos se iban a la cosa esa de color marrón.
Ahora bien, una vez comenzado éste asunto de la corrupción política, de la que no se puede ni debe salvar nadie, se entra de lleno en una pauta en la que tiene que sustentarse el comportamiento de todos los políticos de todos los partidos, incluso del que está en el Gobierno. Lo ético, ahora mismo, sería que si un político asume su responsabilidad de ser corrupto solo le quedaría el camino de dimitir antes de que salga el escándalo a la luz, aunque después lo pille el juez, así no perjudicaría a su partido… pero no, es demasiado jugoso el fruto que tienen ante sus narices como para hacerle ascos y además con su creencia de sentirse prepotentes…
Bueno, así y todo, ya va siendo hora que cambiemos de mentalidad y miremos al futuro con la esperanza bailando sobre nuestras cabezas. Somos un país fuerte, ¿he escrito fuerte?, si no estamos unidos dentro de la más pura solidaridad no podremos ser fuertes… si encima un alto ejecutivo bancario cobra 30 millones de euros anuales en el país de los mileuristas, ya me dirán Vds.

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